Los balastros (también conocidos como arrancadores) son necesarios para que las bombillas de descarga se iluminen, ya que son de sodio, halogenuros metálicos o vapor de mercurio. Los balastros pueden ser balastros magnéticos o balastros electrónicos. Los magnéticos generan calor, mientras que los electrónicos generan muy poco calor y aprovechan mejor el rendimiento de las bombillas que les conectemos. Un balastro debe estar conectado a una bombilla de su misma potencia, ya que si esto no fuera así, su funcionamiento no sería correcto. Si conectamos una bombilla a un balastro de potencia inferior, la bombilla sólo se iluminará con la capacidad del balastro, dando así menor rendimiento. Si lo conectamos al revés (la bombilla conectada a un balastro de potencia superior), la vida útil de ésta disminuirá, siendo posible que se rompa.
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